Pesada carga para rockeros cubanos

Las bandas de rock señalan que luchan por sobrevivir sin el reconocimiento oficial.

Pesada carga para rockeros cubanos

Las bandas de rock señalan que luchan por sobrevivir sin el reconocimiento oficial.

Wednesday, 18 September, 2013

Roqueros cubanos dicen que una ola de recientes deserciones de artistas que se han presentando en el extranjero ha aumentado las sospechas del gobierno sobre la escena del Heavy Metal.

Este verano cuatro de las bandas emblemáticas de Heavy Metal en el país aprovecharon su visa americana, la cual es otorgada para festivales musicales y tours promocionales, para quedarse en Estados Unidos.

Entre ellas, el jefe de la Agencia Cubana de Rock financiada por el gobierno, Yuri Ávila, quien decidió dejar su trabajo y quedarse en Estados Unidos.

Las deserciones parecen estar motivadas más por las oportunidades laborales que existen en el extranjero que por una postura disidente.

“Como en todas partes del mundo, es importante mantenerse en la actualidad, tener acceso a la tecnología, y eso es algo que allá [en Cuba] no tenemos”, explicó a El Nuevo Herald, Fanny Tachín, directora y bajista del grupo de rock Hipnosis, después que ella y otros cinco miembros desertaran en julio camino a California. “Nos sentíamos sin suficiente espacio y con demasiadas limitaciones para actuar en Cuba” agregó Tachín.

Los seguidores temen que el régimen use estas deserciones como un pretexto para acabar con la subcultura Heavy Metal cubana. El músico y bloguero Alejandro González alertó sobre el peligro de una “cruzada” del gobierno.

Las autoridades cubanas han tenido siempre una relación complicada con los músicos roqueros. Sin embargo, después de un largo periodo entre 1960 y 1970 cuando el género era visto como una importación imperialista, en las recientes décadas la actitud se ha suavizado.

En estos días, el gobierno intenta cooptar a músicos y controlarlos a través de agencias oficiales. Para que los eventos de rock puedan ejecutarse profesionalmente, necesitan el reconocimiento de la Agencia Cubana de Rock (ACR), fundada en 2007 como una filial del Ministerio de Cultura.

Igualmente, para obtener una oferta de grabación, los músicos cubanos necesitan evitar o suavizar cualquier contenido político en su letra y en sus actuaciones. (Más sobre asuntos políticos en las subculturas artísticas vea, Acto de equilibrio para el Hip Hop cubano)

El Heavy Metal es de interés menor en Cuba, y algunos señalan que la tolerancia del gobierno es solamente una táctica para mantener a las bandas en la marginalidad.

El periodista Camilo Ernesto Olivera describió recientemente la situación a través de Cubanet -un portal de noticias publicado desde Miami y bloqueado en la isla-: “los rockeros dentro de Cuba han vivido exiliados por décadas. La existencia de la ACR no garantiza otra cosa que un oscuro control, por parte del gobierno, sobre la capacidad de expansión del género”.

Los miembros de la ACR generalmente obtienen un porcentaje de las ganancias de la venta de boletos, pero este tipo de música permanece como una forma precaria para vivir.

Los conciertos de rock son más baratos que los estilos más populares de música como el reggaeton y la salsa, para los cuales un boleto se vende al equivalente de uno a tres dólares estadounidenses. Sin embargo, esto es un precio considerable en un país donde el salario promedio mensual es de 19 dólares.

“Las recaudaciones están mermando bastante, porque los fans prefieren comprar bebidas y pasar la noche conversando en el parque de [la calle] G”, dijo el vocalista de una banda de metal en La Habana, refiriéndose a la ubicación en el barrio del Vedado que se ha convertido en un centro de culto para que los seguidores del Heavy Metal pasen el tiempo.

Mientras las bandas mantengan su política ambigua y cumplan con otras normas culturales, pueden disfrutar de cierto éxito con sus perfiles públicos y una trayectoria de grabaciones; los artistas más abiertos, enfrentan las represalias de las autoridades.

La banda de punk, Porno para Ricardo ha encontrado que es casi imposible tocar o grabar música, y el vocalista Gorki Águila ha sido sentenciado en numerosas ocasiones.

A pesar de haberse formado en 1998, la banda sólo logró lanzar su primer disco en mayo, Maleconazo Ahora, en la que se invita a la protesta contra la “dictadura”.

La ciudad de Santa Clara en el centro de Cuba celebra un festival anual llamado Ciudad Metal, pero el rock blogger González lamenta, lo que considera como un acto de corrupción, el control oficial durante el evento.

“El festival que una vez fue el mejor del país, se ha convertido en tétrico circo”.dijo .

Los críticos de la escena del rock dicen que las bandas deben tomar el asunto en sus propias manos en vez de esperar ayuda de los demás.

Estudios independientes de grabación especializados en la música rock han comenzado a aparecer en Cuba, incluyendo Brutal Beatdown, que cuenta con su propio festival de metal de diez días, y La Paja Records, que está vinculado a Porno para Ricardo .

Michel Sánchez , co-editor del fanzine de rock Scriptorium, señala que tanto los seguidores como los músicos tienen que “dejar de soñar con el día en que al comunismo cubano le importe el rock, y movilizar sus propios esfuerzos”.

Nico Cervantes es un periodista cubano y fotográfo.

Esta noticia fue publicada por primera vez en el sitio web de IWPR.

 

 

 

 

Cuba
Frontline Updates
Support local journalists