Revolución energética cubana conlleva riesgos para la salud

En otros países, los generadores de diésel se utilizan en caso de emergencia, pero en Cuba forman parte de la red eléctrica de "generación dispersa" del estado.

Revolución energética cubana conlleva riesgos para la salud

En otros países, los generadores de diésel se utilizan en caso de emergencia, pero en Cuba forman parte de la red eléctrica de "generación dispersa" del estado.

Desde 2005, los generadores diésel han surgido en toda Cuba, como parte de una política para hacer que la producción de energía sea más eficiente y confiable. Sin embargo, hay un inconveniente, las personas que viven al lado de ellos dicen que su salud se ha deteriorado.

En Loma Modelo, un barrio de la capital habanera, los generadores se encuentran a pocos metros de la vivienda residencial. Trabajadores de la salud y lugareños creen que las emisiones de las plantas son perjudiciales.

Un residente, Alberto, dice que más personas han caído enfermas desde que se instalaron los generadores. Su nieta de cinco años de edad, por ejemplo, ha sufrido de congestión nasal durante dos años.

“Pero no puedes exigir nada, ya sabes…”, dijo Alberto.

Mercedes Manso, otra residente, ha sufrido de rinitis por más de cinco años.

“El alergólogo me dice que es el lugar donde vivo. Antes de estar el grupo electrógeno tan cerca de mi casa, jamás padecí de alergias”, dijo. “Los que ordenaron poner el grupo electrógeno en la acera de enfrente de las casas nuestras, no pensaron en los riesgos que podíamos tener”.

María Elena, un médico de familia en el municipio de Regla, que incluye a Loma Modelo, dijo que los “gases y tóxicos de los generadores de diésel” propiciaban que las personas fueran más vulnerables a las enfermedades respiratorias y alergias.

Otro factor que ha contribuido, dijo la doctora, es la contaminación de la refinería de petróleo Ñico López, también en Regla.

Mientras que los generadores en algunas partes de La Habana están a cierta distancia de los asentamientos humanos, los de Loma Modelo se construyeron en medio de zonas habitacionales con el fin de estar cerca de dos fábricas locales, un molino y una fábrica de aceite comestible, que deben mantenerse en funcionamiento.

 “El hollín y el ruido, me están matando, desde que arrancó ese invento” dijo Alberto. “En esta zona nunca quitaban la electricidad, por [mantener] la producción de harina”.

Desde 2005, miles de generadores impulsados por combustible se instalaron en Cuba como respaldo para cuando el suministro de las grandes centrales eléctricas fuera cortado. En un sistema conocido como “generación distribuida”, las agrupaciones de pequeñas centrales eléctricas y los generadores están unidos entre sí, suministrando tanto al área local como a la red nacional.

Esto fue parte de la "Revolución Energética", un paquete de medidas que se puso en marcha en 2005 para ahorrar energía y reducir la frecuencia de los apagones que habían sido una característica de la vida desde que la Unión Soviética - un socio comercial clave - se derrumbó en 1991.

Un inspector de nivel nacional de la red estatal de generadores dice que contribuyen mucho a la economía.

“El grupo electrógeno ubicado en el municipio de Regla, tiene grupos dispersados y distribuidos por localidades en el centro y las afueras de la Habana con una política de generación continua”, dijo. “Esta forma de generación constante sin interrupción para las viviendas y empresas locales genera ganancias contables para la economía del país”.

Los generadores que funcionan con diésel y combustóleo son, sin embargo, cualquier cosa menos amigables con el medio ambiente.

Un estudio realizado en 2008 por el Centro de Información y Gestión Tecnológica de Cuba, encontró que los generadores liberan sustancias tóxicas como el óxido de nitrógeno, hollín, monóxido de carbono, hidrocarburos, azufre y compuestos de plomo.

“La ubicación actual de los motores de combustión interna con diésel resulta incompatible con el mantenimiento de la calidad sanitaria del aire en las zonas habitadas cercanas”, dijo el informe. “Puede perjudicar la salud de las personas allí residentes, sobre todo las que tienen mayor susceptibilidad individual, tales como niños pequeños, ancianos, asmáticos, afecciones neumónicas o cardiópatas crónicos”.

Cuando esta reportera buscaba datos sobre la incidencia de enfermedades respiratorias, el departamento de epidemiología del municipio de Regla, dijo que no podía dar información a los periodistas “no oficiales”. El área de salud de Loma Modelo no tiene estadísticas sobre las muertes causadas por enfermedades respiratorias.

Miriam Herrera Calvo es una periodista independiente cubana que vive en La Habana.

Esta noticia se publicó previamente en el sitio web del Institute for War and Peace Reporting, IWPR.

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